Leyendas de la tarasca. Todo empezó en Tarascón, Francia…


Leyendas de la tarasca. Todo empezó en Tarascón, Francia… 

La leyenda de Tarascón: la terrible criatura

Buenos días, amigos tarascaires! ¿Todo bien por ahí? Hoy os venimos a presentar, como ya hemos introducido brevemente en los anteriores posts , la leyenda y mitología del nacimiento de la Tarasca. Y puesto que sabemos que tenemos lectores de todas partes, hoy lo haremos en castellano. Sin más dilación, arrancamos!

Ubicación

Tarascón es una pequeña localidad de la región de Provenza, en Francia. Según cuenta una antigua leyenda, en este pueblo apareció un día un terrible monstruo que asolaba sus tierras, destrozando todo a su paso, alimentándose del ganado de los campesinos y provocando el terror. Ni siquiera su rey, con todo el potencial de su ejército era capaz de derrotarle.

La tarasca, según definición de Wikipedia: Se describe como una especie de dragón con seis cortas patas parecidas a las de un oso, un torso similar al de un buey con un caparazón de tortuga a su espalda y una escamosa cola que terminaba en el aguijón de un escorpión. Su cabeza era descrita como la de un león con orejas de caballo y una desagradable expresión. 

Marta, la última esperanza

Los lugareños habían perdido ya toda esperanza, y solo les quedaba esperar su final. Sin embargo, los diputados de la ciudad habían escuchado que los siervos de Dios, aquellos con un poder sobrenatural, estaban en la localidad de Aix, cercana a Tarascón. Atraídos por los supuestos milagros que podían realizar, acudieron ahí a solicitar auxilio. Una mujer llamada Marta escuchó sus súplicas, y decidió acompañar a los diputados de vuelta a Tarascón para ayudarles.

¿Qué sucedió?

Cuando el pueblo vio llegar a Marta, pensaron que si el ejército no había podido derrotar al terrible monstruo, una mujer sola no podría hacer nada contra él. Pese a todo ello, Marta preguntó dónde se hallaba la criatura, y ellos la acompañaron al bosque. La dejaron sola frente a frente con la Tarasca. Y para sorpresa de todos, Marta regresó al cabo de poco tiempo, portando una pequeña cruz de madera en sus manos, y una cinta o faja de sus vestiduras donde ataba al monstruo.

Lo más increíble de todo, es que Marta no regresaba a pie, sino montada a lomos de la Tarasca, que se había convertido en una dócil criatura. No se sabe si la roció con agua bendita o la encantó con sus plegarias, pero funcionó.

Sin embargo, los lugareños no se fiaban de esa criatura que tanto daño les había causado, por muy domada y tranquila que pareciera. Así pues, pocas noches más tarde, irrumpieron en el corral donde dormía y le dieron muerte. La Tarasca no opuso resistencia.

Marta les dedicó un sermón a los lugareños para que se arrepintieran de su acto, y tras hacerlo, se convirtieron al cristianismo. Gracias a todos estos actos, Marta fue santificada y pasó a ser conocida como Santa Marta, y fue enterrada en el pueblo tras su muerte.

Hoy, su leyenda se relaciona con este pueblo, del cual se dice que se conoce como Tarascón en homenaje a esta misteriosa criatura.

Imagen de la Tarasca de Tarascón en procesión. A la derecha, Santa Marta la lleva con su faja.
Imagen de la Tarasca de Tarascón en procesión. A la derecha, Santa Marta la lleva con su faja.
Fuente: Desconocida

Conclusiones

Os ha gustado la historia?

Creéis que puede tener algun parecido con la realidad o es pura ficción?

Si quereis ver más imágenes, os dejamos nuestra página de Pinterest.

Cada uno que lo interprete como desee…

Gracias por leernos.
Nos vemos pronto, tarascaires! :)

Comentaris

Entrades populars